Violento comienzo de protestas en contra de la cumbre del G-8
Roberto González Amador (La Jornda)
La cuenta regresiva para el inicio, el próximo miércoles, de la cumbre anual del Grupo de los 8 (G-8) países más industrializados comenzó este sábado con una protesta de 30 mil personas en el norte de Alemania, que se tornó en violentos choques con 304 policías heridos y 120 personas detenidas, mientras en esta capital se sucedían reuniones para buscar acuerdos sobre una mayor cooperación en temas de desarrollo y medio ambiente, los dos puntos más ambiciosos puestos sobre la mesa de discusión por el gobierno anfitrión.
En Rostock, un puerto al norte del país, la policía utilizó cañones de agua y lanzó gases contra miles de personas que salieron a la calle para protestar contra la realización de la cumbre. Una manifestación que se anuncia como el banderazo de salida de una serie de acciones que tendrán lugar a lo largo de la semana durante el encuentro, que reunirá a los líderes de las 8 naciones más industrializadas entre el miércoles y el viernes próximos. A esta cita también asistirán mandatarios de cinco países en desarrollo, entre ellos el de México, Felipe Calderón, más los de China, India, Brasil y Sudáfrica.
Una de las concentraciones más numerosas desde las de Génova
La manifestación de este sábado es una de las mayores de su tipo desde las realizadas en la Cumbre del Grupo de los 8 en Génova, Italia, en 2001, que marcó nuevos derroteros para el movimiento anticapitalista y altermundista. En esta ocasión, aquí en Alemania, las protestas fueron convocadas por la organización ambientalista Greenpeace, ATTAC, una organización fundada en 1998 y que busca la aplicación de un impuesto a todas las transacciones financieras para crear un fondo de desarrollo y frenar la especulación bursátil; así como por formaciones de la izquierda alemana y sindicatos locales.
Para los manifestantes es claro que los países del Grupo de los 8 sólo hacen un discurso cuando externan su compromiso de apoyo a las naciones más pobres o el cuidado del medio ambiente. Y esos son precisamente los dos temas que más noticia han generado en los días previos a la cumbre del miércoles en Heiligendamm, a orillas del Mar Báltico.
La presidencia alemana del G-8 (integrado por Estados Unidos, Canadá, Japón, Francia, Reino Unido, Italia, Rusia y el anfitrión) espera que el encuentro sea marcado por un acuerdo entre los participantes en el tema del medio ambiente. Esa es la razón, también, por la que el gobierno de la canciller Angela Merkel invitó a cinco de las principales naciones en desarrollo del mundo, como una forma de expresar que atender el problema del cambio climático y sus efectos económicos y sociales es una tarea compartida. Por lo pronto, este sábado comenzó un foro de legisladores de los 13 países.
Rechaza EU ratificar el protocolo de Kyoto
En la coyuntura de la discusión iniciada aquí este fin de semana está una declaración hecha el jueves pasado por el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, quien ha rechazado ratificar el Protocolo de Kyoto, un acuerdo con el se busca reducir las emisiones contaminantes y que expira en 2012. Bush declaró que convocaría este mismo año a los 15 países más contaminantes para que se comprometieran a reducir sus emisiones a la atmósfera, aunque no ofreció más detalles. La propuesta será presentada en la cumbre del G8.
"Hay escepticismo hacia la propuesta de Bush", declaró aquí durante una reunión con periodistas Michael Kauch, diputado en el Parlamento alemán por la oposición liberal. "Por primera vez Bush habló de reducir emisiones y fijar objetivos para hacerlo. Pero esto no es preciso. De poco vale lo que declaró si no da el segundo paso. Y Estados Unidos es el mayor emisor de contaminantes", comentó.
"No es más que un pequeño paso", dijo por su parte Anders Wijkman, un eurodiputado sueco, quien fue subsecretario general de Naciones Unidas y es experto en catástrofes. También durante el encuentro con la prensa, en el que participa La Jornada, Wijkman resaltó la gran contradicción entre los discursos sobre la protección al ambiente y lo escaso de las acciones concretas, en especial las que deben asistir tecnológicamente a países en desarrollo para reducir sus emisiones.
Ya se sabe que el ser humano se ha convertido en el mayor depredador del planeta. Cristalina Georgieva, directora de Estrategia del Departamento de Desarrollo Sustentable del Banco Mundial, planteó que las cosas van a empeorar. Actualmente, dijo, los habitantes del planeta (en mayor medida los del norte, por su poder de consumo) están tomando de la tierra 1.5 veces sus recursos disponibles. Y si las cosas no cambian, en 2050 el ritmo de consumo será de cuatro veces la capacidad disponible. No hay quien aguante.
Uno por ciento del PIB mundial evitaría catástrofe
"Estamos en un año que puede considerarse crítico sobre este tema del deterioro ambiental", dijo. Mencionó que por primera vez, y a partir sobre todo del "Informe Stern", presentado a inicio de este año, hay consenso científico de que el deterioro ambiental causado por la actividad del hombre es una situación grave. El reporte, preparado por el economista Nicholas Stern por encargo del gobierno británico resume que una inversión de uno por ciento del producto interno bruto mundial sería suficiente para evitar una catástrofe ambiental que se traduciría en una recesión mundial con una pérdida de valor equivalente a 20 por ciento del producto interno bruto del planeta.
El foro de legisladores que se realizará como una de las actividades oficiales al margen de la cumbre del G-8 daba los toques finales a un documento con acciones concretas que se pueden emprender desde los parlamentos para atacar el problema. Este foro forma parte del proceso permanente de consulta del G8+5 (el grupo de naciones en desarrollo donde está incluido México) y pretende hacer del tema ambiental su tarea más ambiciosa, según dijo Terry Townshend, director de desarrollo de políticas del grupo, conocido como Globe International (Global Legislators Organization for a Balanced Environment) en la reunión con la prensa.
La actividad se intensificará este domingo, con una conferencia del foro de legisladores en la que participarán la canciller federal Merkel y el primer ministro británico Anthony Blair. Las protestas seguro que también subirán de tono.